Hay muchas formas de hacer un estudio de la competencia, además es un proceso que puedes hacer sin incurrir en grandes gastos externos y que te servirá para aprender muchas cosas sobre el sector que estés estudiando o analizando.
Una buena forma de hacer un estudio básico de tu competencia es la de visitar su local (en el caso de que sea un negocio físico) con una especie de guión donde se incluyen todos los aspectos que quieres conocer. Estos aspectos siempre dependerán de la actividad que estemos estudiando, a continuación te presentamos una lista con algunas de las variables que puedes utilizar para el estudio:
- Precios
- Tráfico de clientes.
- Catálogo de productos o servicios
- Tipología y perfil de clientes.
- Reputación y satisfacción de la clientela.
- Sistema de venta y distribución.
- Dimensión y aspecto del local.
- Horarios de apertura y días laborales
- Número de empleados.
- Presencia de los dueños.
- Proveedores con los que trabaja.
Otra buena forma es visitar la web y las redes sociales de tus principales competidores. Para hacerlo tienes que ir con las mismas preguntas que en el punto anterior pero añadiendo algunas como el diseño de la web y sus redes, la usabilidad, el número de seguidores en redes sociales o incluso el posicionamiento SEO.
Una buena acción adicional a las dos anteriores es la de analizar a los líderes actuales del mercado donde quieres entrar. Podemos analizar tanto productos como precios e incluso el tipo de publicidad que hacen y los canales que utilizan. Si tus principales competidores forman parte de una sociedad siempre puedes solicitar el informe anual para conocer sus ventas y su estructura financiera.
Y así es como se debe realizar un estudio básico de tu competencia. Aunque como os decíamos al comienzo de este post existen muchas formas de realizarlo, pero la explicada en este artículo es muy fácil de seguir y realizar.